Entre las enfermedades respiratorias crónicas, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es la más prevalente, afectando a más de 300 millones de personas en el mundo.
La EPOC es una enfermedad respiratoria producida por la inhalación de una sustancia tóxica, generalmente el tabaco, que dificulta el paso del aire por lo bronquios, causando una obstrucción de las vías respiratorias. Concretamente, el 80% de los pacientes han sido fumadores.
La doctora María Gómez Antúnez, internista del SEMI del Servicio de Medicina Interna del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid dice que se trata de una enfermedad que se suele acompañar de un alto porcentaje de otras enfermedades o comorbilidades.
"El manejo de los pacientes con EPOC no debe centrarse sólo en la patología pulmonar, sino que hay que llevar a cabo una búsqueda activa de esas comorbilidades", afirma la especialista.
Entre las principales comorbilidades asociadas a esta enfermedad, destacan:
Hipertensión arterial.
Dislipemia.
Diabetes mellitus.
Insuficiencia cardíaca.
Fibrilación auricular.
Cardiopatía isquémica.
Enfermedad renal crónica.
Enfermedad arterial periférica.
Osteoporosis.
El diagnóstico de la enfermedad se puede llevar a cabo de varias formas:
Realizando una espirometría. Es la prueba más común y evalúa el funcionamiento de los pulmones, midiendo la cantidad de aire inhalado, exhalado, y la rapidez de exhalación, lo que permite detectar la enfermedad antes de que se reconozcan los síntomas.
Medición de oxígeno en la sangre a través de oximetrías. En las personas que tienen un trastorno pulmonar, los niveles de oxígeno en su sangre pueden ser más bajo de lo normal y tener repercusiones en el corazón y en el cerebro.
Nuevas pruebas como el TAC, para detectar incluso más precozmente esta enfermedad.
EFE Salud