Autora: Triana Abel-Encarnación, MD MS(c) ¡Conectemos!
El estilo de vida sedentario es uno de los hábitos que incrementan todas las causas de mortalidad. Duplica el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad, y aumentan los riesgos de cáncer de colon, presión arterial alta, osteoporosis, trastornos de lípidos, depresión y ansiedad. Cada día es una oportunidad para no ser parte de las estadísticas y una de las maneras más sencillas de hacerlo es dándole importancia a tu actividad física. Si caminar no es tu fuerte, hoy te propongo que le des una oportunidad después de leer este artículo.
¿Has estado prestando atención a tu podómetro? Si tu respuesta fue “¿Con qué se come eso?” Un podómetro no es más que un indicador de la cantidad de pasos que das al día y la mayoría de los dispositivos inteligentes como los smartphones y los smartwatches contienen uno integrado. También existe la opción de descargar una aplicación que cuente tus pasos, recomiendo: Pacer, Accupedo y Myfitnesspal. Luego de que ya tienes una manera de estimar tus pasos diarios, lo siguiente es monitorizar tu actividad física normal, revisando por lo menos por 3 o 5 días tus pasos diarios y estableciendo un promedio. Cuando tienes el promedio puedes podemos dividir la incorporación de este hábito en tres etapas:
- Establecer una meta con la cantidad de pasos determinada que quieres lograr: Puedes determinar un número diario, semanal o mensual, iniciando con aumentar 500 pasos a tu cantidad de pasos diarios y progresar como consideres apropiado, pero recuerda que para que los hábitos sean sostenibles debes de ser constante y permitirte descansar. Por ejemplo, hace unos meses mi cantidad diaria promediaba los 4,500 pasos diarios y decidí que iba a ir subiendo 500 pasos cada semana. Al momento de escribir este artículo, camino de 9,000 - 12,000 pasos por día.
- Aprovecha tus caminatas para tener un ritual: Ya sea escuchar tu podcast favorito o tus clases para un examen que se aproxima, caminar ayuda bastante a enfocarte. También puedes simplemente llevar un cuaderno de notas o tu celular y aprovechar las pausas para escribir las ideas que te lleguen a la mente.
- Emplea algunos “hacks” para maximizar tus pasos: En vez de caminar puedes bailar, patinar o correr. También, estrategias como quedarte una estación antes de tu parada, estacionar tu auto un poco lejos o siempre tomar las escaleras en vez del ascensor, con el tiempo, hacen la diferencia.
Al cabo de las primeras semanas, empezarás a experimentar los efectos de incrementar tu actividad física. Caminar diariamente puede ayudar a mantener tu peso, metabolismo, presión arterial y colesterol en la sangre saludables, lo que se traduce en mantener tu corazón saludable. Es excelente para la salud mental; varios estudios científicos han reconocido que agregar una caminata rápida a su rutina diaria puede reducir significativamente sus niveles de estrés y ansiedad. También ayuda a las articulaciones, independientemente de tu nivel de actividad física, el impacto de caminar elimina el estrés en las articulaciones que soportan peso. Caminar es una gran forma de ejercicio para personas de todas las habilidades físicas para ayudar a desarrollar fuerza.
¿Te sientes motivado? ¡Caminemos juntos!
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