El estudiante de medicina suele ser una persona multitareas por naturaleza. La complejidad de las tareas, sumado al tiempo limitado y el involucramiento estudiantil en grupos paralelos hace del tiempo un recurso aún más invaluable y del que es necesario sacar el máximo provecho. Sin embargo, la gran lista de tareas por realizar tiene un enemigo mortal: La procrastinación. 

La procrastinación es la tendencia a gastar el tiempo, demorar y aplazar de forma intencionada algo que debe ser hecho, aun siendo consciente de las consecuencias negativas que ello pueda comportar. Esta conducta implica posponer el inicio de una tarea, completarla en el último momento, sobrepasar los límites temporales fijados para la misma o incluso evitar indefinidamente su realización. Para ello, el individuo procrastinador adopta un papel activo, decidiendo realizar determinadas tareas antes que las que debería afrontar, frecuentemente por las compensaciones que obtiene o por eludir experiencias aversivas (1-2). 

A continuación algunos consejos prácticos para superar 

• La ley de los 5 minutos. Para esto debes preguntarte, ¿lo que tengo pendiente realizar es algo que puedo completar en 2 minutos? En ese caso, solo levantate y hazlo. Para algunos también resulta beneficioso hacer una ligera cuenta atrás, 3-2-1 y en el “1”, proponerse hacer una acción física que te acerque a la realización de la tarea. La regla de los 2 minutos, fue inicialmente enunciada por David Allen, consultor, instructor de productividad y creador de “Getting Things Done”, un método de productividad y organización personal. Si te acostumbras a hacer de inmediato las tareas pequeñas de tu día evitarás que éstas hagan un efecto bola de nieve y que termines la jornada con una cantidad abrumadora de pendientes.

• Dile adiós a las listas gigantes de “To Do´s”. Recuerda: es una lista de herramientas por hacer, no una lista de deseos.  Una lista de deseos muy larga puede ser la causa de que inconscientemente sigas prolongando la ejecución de esas tareas. Cuando nos encontramos a tareas desafiantes a las que sentimos que no podéis responder adecuadamente, nuestra reacción natural es aversión. Por eso, en lugar de escribir una lista gigante de las cosas que te gustaría completar, mejor enfócate en las 3 más priorizables y ve por ellas. 

Finalmente, 

• Incorpora técnicas como pomodoro para establecer lapsos productivos y lapsos de ocio o “recompensas”, y 
•  Organizar tus tareas considerando tus estados de ánimo y momentos de productividad. 

Referencias:

1. Tuckman, B.W. (2003). The effect of learning and motivation strategies training on college students' achievement. Journal of College Student Development, 44(3), 430-437. http://dx.doi.org/10.1353/csd.2003.0034 

2. Rozental, A., & Carlbring, P. (2014). Understanding and treating procrastination: A review of a common self-regulatory failure. Psychology, 5, 1488-1502. http://dx.doi.org/10.4236/psych.2014.513160