Autora: Karla Valenzuela

Odontóloga General- Egresada Universidad Nacional Pedro Henriquez Ureña

El visitar regularmente al dentista, ir a citas de mantenimiento o realizarnos nuestra profilaxis o limpieza dental cada 6 meses nos ayudará a estar en buena salud bucal. Sin embargo, no todos los pacientes son conscientes de ello. La mayoría de personas acuden al odontólogo sólo cuando les duele o molesta alguna pieza dental, una mala práctica que nos ha llevado a transmitir una odontología 100% preventiva dejando atrás la odontología restauradora.

Enfermedades periodontales como lo son la gingivitis (inflamación de encías), la periodontitis (inflamación del periodonto a veces con pérdida de hueso) y la propia caries dental (enfermedad multifactorial provocada por el ácido que dejan las bacterias en las superficies dentarias) son las tres enfermedades más comunes en la población mundial, que deberían preocuparnos igual que cualquier otra enfermedad del cuerpo humano. Pero esto nunca es así, a veces vemos personas que dejan la salud bucal de lado o de último en la lista de sus prioridades, llegando al dentista cuando ya quedan pocas opciones de tratamiento o aún peor cuando ya han perdido totalmente los dientes. Cabe destacar, que la pandemia COVID-19 ha producido como consecuencia que la gente no quiera ir al dentista por miedo a contagiarse.

El COVID-19 ha causado un gran impacto en las consultas dentales, tanto así que durante la pandemia se veían clínicas vacías, sin pacientes. Muchos odontólogos se quedaron sin trabajo y, por tanto, sin esperanzas de volver a la presencialidad. Es increíble como un virus encerró a medio mundo y afectó a tantos trabajadores del sector salud.

La salud dental es tan prioritaria como la salud física. Muchas enfermedades son transmitidas por la boca, infecciones, lesiones, hasta el propio cáncer sin que tengamos conocimiento de ello. Es fundamental hacer revisión de nuestra boca diariamente y también acudir a un profesional regularmente, ya que un buen mantenimiento de nuestra boca ayudará a prevenir cualquier afección posible.

Anomalías o trastornos sistémicos (como la diabetes, anemia, hepatitis, etc.) afectan enormemente a la cavidad oral, siendo estos pacientes que lo padecen más propensos a presentar enfermedades periodontales, así como también algunos hábitos, como fumar.

En conclusión, debemos luchar por una odontología preventiva, cuidar nuestros dientes, cepillarlos a diario, seguir las recomendaciones de profesionales, darle la prioridad que merece, incentivando a que volvamos a atendernos a pesar de la pandemia COVID-19, recordando que el tener una buena higiene dental siempre será signo de una buena salud física.

Fuente del texto: propio del autor

Dra. Karla Valenzuela (Odontóloga General-Egresada UNPHU)