Autor: Dileisi Acosta Hernández, estudiante de 5to año de medicina. Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), Representante Nacional del Comité Permanente de Salud Sexual y Reproductiva (SCORA) de la Organización Dominicana de Estudiantes de Medicina (ODEM)
“Cuanta curva y yo sin freno” “Cuanta carne y yo comiendo vacío” “Y todo eso es tuyo mami” “Sácale cédula”. Si se siente incómodo leer estas frases imagínate escucharlas. En algún momento de la vida una mujer Dominicana ha escuchado alguna de estas frases al salir a caminar, transitar por la vía pública , mientras se dirige a su escuela, universidad, trabajo o a su hogar, ya que es algo común en la sociedad donde vivimos, y de hecho, catalogado como “normal” o como un piropo en donde la mujer que lo escucha debe sentirse halagada, y en caso de que le desagrade, pues simplemente tiene la opción de ignorarlo corriendo con el riesgo de seguir siendo ofendida por la misma persona al sentir que no le prestan la debida atención.
Tuve la oportunidad de escuchar a una joven quejarse de esta situación en el Metro de Santo Domingo y la respuesta que recibió de otras mujeres fue “ ¡si no te gusta escuchar eso pues no te vistas de forma provocativa!” a lo que un hombre también añadió “ ¡ustedes son las que se lo buscan! ” y seguían surgiendo comentarios como “ a ustedes le gusta, por eso se visten así” “es que los hombre son así” todo esto buscando descargar al agresor de su responsabilidad, ver lo rápido en que la víctima de acoso se convierte en culpable en nuestra sociedad es alarmante. Nacer mujer en sociedades machistas le da al hombre un permiso social para acosarla, debido a que en esta ideología se asume que las féminas son un objeto de pertenencia masculina. Aunque este tipo de acoso puede venir también de parte de una mujer, en nuestra cultura machista lamentablemente la víctima principal es ella, comenta la terapeuta sexual Heidy Camilo (1).
En la República Dominicana, el actual Código Penal Dominicano castiga esta práctica incómoda en su artículo 333, Párrafo 2, cuando dispone que “Constituye acoso sexual toda orden, amenaza, constreñimiento u ofrecimiento destinado a obtener favores de naturaleza sexual, realizado por una persona (hombre o mujer) que abusa de la autoridad que les confieren sus funciones”, y establece penas de un año de prisión y multa de cinco mil a diez mil pesos (2). Sin embargo, en nuestra sociedad resulta difícil denunciar el acoso sexual verbal pues la sociedad no lo percibe como un tipo de violencia sexual por el hecho de la personas no toca su cuerpo.
Mi opinión ante esta problemática que nos afecta es que la clave está en la educación, es evidente que este tipo de comportamiento va muy ligado a la falta de educación sexual, en donde se entiende que si eres hombre eres libre de externar comentarios sexuales inapropiados o insinuaciones sexuales para demostrar tu hombría, mientras que si eres mujer debes callar y aceptarlo.
Referencias:
1. Acoso sexual, un delito que tarda en denunciarse, terapeuta Heidy Camilo. 2018. Disponible en: http://bit.ly/2H5M4Bv
2. Código penal de la República Dominicana. Disponible en: http://bit.ly/2Y8DFmd
