Autor: María Fernanda Conde Camilo. Estudiante de medicina de 5to año. Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Miembro del Comité de Salud Pública (SCOPH) de la Organización Dominicana de Estudiantes de Medicina (ODEM)
La organización mundial de la salud a comienzos de este año 2019 describió un listado donde citaba las amenazas más importantes para la salud poblacional, entre ellas destaca a los movimientos antivacunas, además de enfermedades infecciosas como el ébola, el dengue, virus de la inmunodeficiencia humana VIH, el resfriado común causado por el virus de la influenza, la polución ambiental y el cambio climático, la resistencia a los antibióticos, ambientes quebradizos y vulnerables, frágil asistencia sanitaria primaria y finalmente enfermedades no contagiosas como el cáncer. (1)
En 1998 el doctor británico Andrew Wakefield publicó un estudio donde afirmaba que la vacuna triple viral (SRP) la cual actúa contra el sarampión, rubéola y paperas, causaba autismo y enfermedades gastrointestinales como la enteritis (2), fue en ese momento donde los movimientos antivacunas tuvieron su mayor auge y cientos de padres se negaron a vacunar a sus hijos.
Este estudio fue refutado en múltiples ocasiones por miles de científicos de diferentes nacionalidades, llegando a la conclusión de que todo era parte de un fraude. Sin embargo, a pesar de tantas evidencias, personas de todas partes del mundo principalmente de países desarrollados como Estados Unidos y Francia continúan creyendo en estas especulaciones, lo que ha mostrado estadísticamente un aumento significativo en los casos a nivel mundial de enfermedades muy contagiosas como el sarampión. Algo bastante preocupante ya que en estos lugares décadas atrás estas enfermedades estaban prácticamente erradicadas. Países en vías de desarrollo, como el nuestro, a pesar de las limitaciones económicas y de los escasos conocimientos por parte de la población, se ha visto una disminución trascendental en la incidencia y prevalencia de estas enfermedades infecciosas. Lo que me pone a pensar, ¿No se supone que debería ser al revés?
Los movimientos antivacunas no solamente se argumentan en que las vacunas causan "autismo", sino también en otras razones ficticias como: Las vacunas contienen aditivos y conservantes tóxicos. Pueden causar muchos efectos adversos. Teorías conspirativas que involucran a los gobiernos y las industrias farmacéuticas. Protegen contra enfermedades raras y no son tan peligrosas (3). Estas enfermedades son raras porque gran parte de la población mundial está inmunizada, por tanto demuestra la eficacia que tienen las vacunas.
Otro aspecto que considero muy importante en el desarrollo actual de los movimientos antivacunas es el rol que juegan los medios de comunicación y las redes sociales, en donde circulan toda clase de ideas absurdas e informaciones aparentes y las personas sin investigar más a fondo creen todo lo que ven y escuchan.
En la República Dominicana aún no se ha evidenciado de forma significativa este tipo de creencias. Sin embargo, como estudiantes de medicina, profesionales de la salud y entes de la sociedad debemos estar preparados, saber orientar y concientizar sobre la importancia que tienen las vacunas a las personas que estén en contra de las mismas ya sea por ignorancia o individualismo. Este problema es sumamente importante para el sistema nacional de salud, ya que toda la población podría verse afectada tanto de forma directa como indirectamente, pues estas enfermedades totalmente prevenibles pueden resultar muy contagiosas e involucrar de manera considerable gastos en los recursos del estado.
Además existe un componente legal muy significativo que probablemente muchos desconozcan. La ley 136-03, en su artículo no. 31 por medio del código de protección y derechos esenciales de los niños/as y adolescentes enfatiza el derecho que tienen estas poblaciones a recibir las vacunas contra las enfermedades prevenibles más significativas, así mismo como la obligación y compromiso que tienen los padres y tutores de vacunar a sus hijos en sus edades correspondientes (4). Es decir, ante cualquier posible eventualidad, considero que como ciudadanos tenemos la libertad y el deber de reclamar ante la justicia e instituciones apropiadas, ya que es un problema que nos puede afectar a todos.
Bibliografía:
1.Diez amenazas a la salud global en 2019, 2019. Organización mundial de la salud. Disponible en: http://bit.ly/2Dg2DYS.
2. Wikipedia, 2019. Andrew Wakefield. Disponible en: http://bit.ly/2X7ddZG.
3. Roldán, M. J. Etapa infantil, 2017. 4 razones por las que los padres no vacunan a sus hijos. Disponible en: http://bit.ly/2GlkT4Z.
4. Unicef, 2003. Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes (Ley 136-03). Disponible : https://uni.cf/2Uzoaqh .
