Autor: Beatriz Adriana Villanueva Collins. Especialista en Ortodoncia y Ortopedia Maxilofacial de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Ningún odontólogo va a recomendar el uso de un piercing oral, ya sea en labios, lengua, frenillo o mejillas. Su uso puede tener grandes consecuencias en la salud bucodental como dolor, rechazo del organismo y un elevado riesgo de infección a su colocación. En la cavidad bucodental se encuentran un sin número de bacterias, que, sumada a la humedad propia, dificultan la cicatrización.
Entre los riesgos incluimos las lesiones al momento de hacer el agujero, que comprometen la afectación de determinados vasos sanguíneos o nervios.
Una vez puesto, el piercing oral, se pueden provocar problemas de diversas índoles: mal oclusiones dentales, traumatismos en los dientes adyacentes, infecciones, retracción de las encías y pérdida de dientes.
Pero, si pese a los riesgos se toma la decisión de hacerlo, muy importante visitar de inmediato al Odontólogo, y continuar con un programa de revisiones periódicas, y así, llevar un seguimiento de los efectos en la salud bucodental.
Dentro de las consecuencias mas graves tenemos:
La recesión gingival: Una consecuencia que afecta retrayendo las encías, afectando la estética, dejando mas superficie dental al descubierto y provocándose una sensibilidad dental, menos inserción del diente, lo que puede provocar movilidad permanente y pérdida dental.
Fracturas dentales: El roce de los órganos dentarios con el metal, pueden generar debilitamiento dental adelgazándolo y provocar una fractura del mismo.
También puede generar una enfermedad periodontal derivada del contacto con el metal, se acumula alimento en esa zona de contacto, formándose bacterias y microorganismos, enrojeciendo, inflamando e infectando los tejidos adyacentes.
Traumatismos dentales: Son las lesiones más frecuentes pueden ir desde un simple desgaste por rozamiento del metal en el diente, hasta el astillamiento o fractura de alguna pieza dental.
Periodontitis: En el contacto continuo del metal con el piercing oral puede causar
al acúmulo de placa bacteriana, sarro, en los dientes inferiores anteriores, lo que favorece la aparición de gingivitis y, como consecuencia de periodontitis.
Halitosis: puede causarla la acumulación de placa bacteriana. El piercing es un objeto extraño a la cavidad bucal, su uso deforma el equilibrio del habla, pronunciación de las palabras os labios, la lengua, los dientes y la mordida.
Los piercings son, o pueden llegar a ser, aditamentos que generan enfermedades y complicaciones en la salud.
