Marisel Reyes González es estudiante de medicina de quinto año en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) en Santo Domingo, República Dominicana. Es coordinadora de logística como también miembro activo y Local del Comité de Educación Médica (SCOME) de ODEM-República Dominicana.
“El comienzo es la parte más importante de la obra”. –Platón
La base de un buen pronóstico en todo en la vida radica en el inicio, reunir las condiciones y características pertinentes desde el origen ayuda a un correcto desarrollo en el transcurso del tiempo, por lo cual una buena nutrición en niños predice un alto índice de éxito en su formación a nivel cognitivo, de salud, físico, y emocional en este ámbito los padres, tutores o encargado desarrollan un papel fundamental en la formación de características alimenticias idóneas para que estas sean reflejadas en estado satisfactorios en general.
A nivel cognitivo un estado de buena nutrición en un escolar ayuda a evitar las repercusiones que se presentan en un déficit nutricional, es un niño orientado a la participación, a la atención, una buena memoria, capacidad de resolución de problemas que se presenten a su nivel, ya que gracias a esos nutrientes el cuerpo utiliza sus derivados para su correcto funcionamiento estimulando la capacidad de respuesta correspondiente ante un estímulo externo. En el ámbito saludable es al igual de total vitalidad ya que una buena nutrición previene estados patológicos que se presentan en este grupo poblacional como lo es una condición de alta incidencia en deficiencia nutricional esta es la anemia por déficit de hierro que tras su inicio presenta una serie de sucesos como fatiga, somnolencia, falta de concentración, mareos, entre otros factores que atentan contra la calidad de vida del estudiante, así como su correcta formación. En aspectos físico y emocional tiene gran importancia ya que aquí se puede ver afectada la autoestima debido a sus características físicas en estado de desnutrición el niño puede llegar a sentir inferioridad y presentar fallas en el entorno educacional, familiar y social formando una persona insegura y apática.
Estos factores antes mencionados son prevenibles tan solo fomentando un estado de buena nutrición creando hábitos que sean sustentados en el transcurrir del tiempo. Los padres o personas responsables deben prestar atención a los hábitos alimenticios de sus hijos para que estos consuman alimentos ricos en nutrientes que sean de provecho principalmente en ese grupo etario, para que estos niños crezcan sanos a nivel físico, emocional y puedan ser individuos estables en el transcurrir del tiempo.
Referencias bibliográficas:
Malnutrición en niños y niñas en América Latina y el Caribe, 2018. Disponible en: https://www.cepal.org/es/enfoques/malnutricion-ninos-ninas-america-latina-caribe
