Autora: Triana Abel Encarnación, estudiante de medicina de 5to año. Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Miembro del Comité Permanente en Salud Pública (SCOPH) de la Organización Dominicana de Estudiantes de Medicina (ODEM).
El estado de embarazo o gravidez es una etapa importante en la vida de las mujeres. Trae consigo una serie de cambios significativos anatómicos y fisiológicos. Conforme van ocurriendo las diferentes fases del embarazo es preciso un control estricto por parte de un especialista que monitoree esto con responsabilidad, pues la prevención que brinda el obstetra es la más rentable y eficaz de todas. Según los protocolos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia la atención prenatal debe ser periódica y lo ideal es que el primer chequeo prenatal ocurra en el curso de las primeras 12 semanas de gestación, preferiblemente antes de la 10ma semana, lo cual posibilita una captación precoz de la gestante y una adecuada planificación de las acciones a realizar durante todo el periodo gestacional (1). No existe una cantidad estándar de chequeos pero lo ideal es que sean un total de 7 a 10 y estos sean establecidos por el médico según la necesidad individual de cada mujer.
Los chequeos prenatales son cruciales para garantizar el bienestar del embarazo, ya que constituyen una herramienta clave para educar a las futuras madres en los aspectos relacionados a la gestación. También, brindan idea acertada de lo que está ocurriendo en el desarrollo intrauterino pues los chequeos incluyen los estudios ecográficos, cribado de cromosomopatías, infecciones de transmisión sexual, hemogramas y valoración del estado nutricional de la madre. Una buena atención prenatal disminuye considerablemente la morbilidad y mortalidad materna fetal y ayudan en el establecimiento de medidas preventivas oportunas que eviten consecuencias directas en ambos (2) como desnutrición, transmisión vertical de infecciones, diabetes gestacional, preeclampsia, prematuridad y recién nacidos en bajo peso.
Una de las principales problemáticas radica en que en países como el nuestro, muchas mujeres no acuden responsablemente a sus chequeos prenatales lo cual nos aleja de reducir los indicadores de mortalidad perinatal hasta 8 por cada 1000 recién nacidos (3). Tras el parto las madres desinformadas sufren las consecuencias directas de no haber asistido a sus chequeos y es por esto por lo que es necesario educarlas al respecto. La concientización constante en las mujeres embarazadas juega un papel preponderante en la mejora de los indicadores y de la calidad de vida de los bebés que sin esta herramienta de prevención eficaz pueden sufrir las consecuencias directas del descuido y la falta de información.
Referencias:
1) Fabre E, Pérez Hiraldo, MP, González Agüero, R. Consulta prenatal. En Obstetricia. González Merlo J. (ed). 5ª ed. Ed. Masson. 2006. Cap 12, 171-194.
2) Sánchez Nuncio HR, Pérez Toga G, Pérez Rodríguez P, Vázquez Nava F. Impacto del control prenatal en la morbilidad y mortalidad neonatal. Rev Méd IMSS 2005; 43(5): 377-80.
3) Sitio web: https://www.who.int/es/news-room/detail/07-11-2016-pregnant-women-must-be-able-to-access-the-right-care-at-the-right-time-says-who
