Por la doctora Carmen Sarah Mota

Pediatra Infectóloga

Centro Medico del Caribe, 809-697-4976//809-685-4818.

Un niño sano, sin ninguna enfermedad de base asociada, puede tener unas 6 a 9 infecciones al año, especialmente los menores de 5 años, de estas el 90 por ciento son causadas por virus.

Las infecciones más frecuentes son del sistema respiratorio, específicamente de la parte superior: nariz (rinitis), garganta (faringitis, faringoamigdalitis),senos paranasales (sinusitis) oído (otitis). Esta última se ha visto reducida por la vacunación contra el Streptococcus pneumoniae (Neumococo) que es la causa más frecuente de la misma.

Las mayoría de las infecciones de vías respiratorias alta son causadas por virus, incluso las infecciones de garganta también, el hecho de que la faringe esté roja, las amígdala grandes e inflamadas y con exudado (plaquitas) no quieres decir por sí solo que la causa sea Estreptococo, una bacteria, hay virus como por ejemplo uno llamado Adenovirus que puede producir infección de la faringe con características similares, aunque se acompaña de otros síntomas.

La rinosinusitis viral o resfriado común, la llamamos así ya que en 90 por ciento además de inflamación de la nariz, también hay compromiso de los senos paranasales, 4 de cada 10 se resuelve de manera espontánea, y en su mayoría es de origen viral. Puede haber fiebre, se presenta congestión y secreción nasal, usualmente clara, también puede haber disminución leve de la sensación olfativa (hiposmia); puede durar hasta 14 días, a veces creemos que la coloración del moco tiene alguna relación con la causa, el color del moco per se no indica necesariamente infección bacteriana, si es indicativo de inflamación de la mucosa. El tratamiento es sintomático, no es necesario el uso de antibióticos de forma rutinaria.

En ocasiones la rinosinusitis viral puede complicarse o predisponer a una sinusitis por bacterias, en cuyo caso el cuadro clínico se prolonga, la fiebre también, o por ejemplo no había fiebre y esta se presenta 4 o 5 días después de iniciar, o cuando ya había mejoría, parece que el niño “echa para atrás”, además su estado general y su ánimo caen, hay más malestar, puede referir el niño dolor de cabeza. En niños muy pequeños, menores de 2 años, los síntomas pueden no ser tan claros y ameritar estudios para llegar al diagnóstico. En cualquiera de los casos no es recomendable la automedicación, acuda a su pediatra y él le indicará las pautas, y en caso de ser necesario el antibiótico adecuado.

En el caso de las faringitis también en su mayoría son de causa viral, hay dolor de garganta, a veces duele al tragar, fiebre alta, inflamación de los ganglios del cuello, generalmente cuando es por Estreptococo, el inicio es brusco, no hay tos, ronquera, conjuntivitis u otros síntomas. El manejo es sintomático, si se sospecha y confirma el Estreptococo, el antibiótico debe ser indicado por el médico.

La otitis o inflamación del oído, ha disminuido por el uso de la vacuna antineumocócica, sus síntomas son fiebre, dolor de oído, los niños muy pequeños pueden estar muy irritables, el diagnóstico se hace a través de otoscopia (observación a través del conducto auditivo), y el tratamiento además de antibióticos, también incluye analgésicos.

Las infecciones intestinales, manifestadas por vómitos y diarrea también pueden ser frecuentes, se estima que al año un niño puede tener 3 a 4 episodios de diarrea y vómitos. En el caso de estas lo más importante es la hidratación del niño, para lo cual se usan suero de hidratación oral, agua de coco, agua, líquidos claros. Vómitos frecuentes, más de 3 en una hora, se recomienda acudir a consulta o emergencia, para evitar una deshidratación mayor. Decimos que un niño tiene diarrea cuando presenta evacuaciones con una consistencia menor a la habitual y además evacua con más frecuencia que lo usual para él, puede haber además fiebre, dolor abdominal generalmente de tipo cólico, de intensidad variable. A través del examen de las heces, con un coprológico o un coprocultivo se puede determinar la etiología, y a dar el tratamiento adecuado.

Amoxicilina es uno de los antibióticos de primera línea en infecciones respiratorias altas, las misma debe ser indicada por el médico.

Alimentación, higiene, sueño de calidad para los niños. Vacunación es la medida que nos ayudan a prevenir estas infecciones.