Artículo de la Asociación Dominicana de Nutricionista-Dietista (ASODONUD)
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A propósito la conmemoración del Día Internacional del Adulto Mayor, el pasado 1 de octubre, queremos compartir algunas informaciones sobre la “Alimentación y Nutrición del Adulto Mayor”.
La alimentación de la persona adulta mayor debe ser una alimentación equilibrada, acorde a las necesidades de: energía, proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
La alimentación del adulto mayor tiene como objetivo mantener un óptimo estado de salud, que permita cubrir las necesidades nutricionales para evitar deficiencias, mantener el adecuado peso corporal, retardar la ocurrencia o progresión de enfermedades relacionadas con nutrición y evitar la ingesta excesiva de alimentos.
Algunos de los principales cambios que ocurren en el organismo del adulto mayor conforme se envejece y que son manifiestos en esta etapa son:
La disminución del sentido del gusto, alterando la percepción de los sabores y en algunos casos, esto puede conducir a una disminución del apetito.
La disminución del flujo de saliva origina sequedad en la boca y hay pérdidas de piezas dentales, por lo que aumenta el uso de prótesis dentales y además disminuye la eficiencia de la masticación.
Se puede producir una menor cantidad de lactasa, lo que origina intolerancia a la leche y sus derivados es decir, los lácteos.
Disminución del jugo gástrico y pancreático, que afecta la digestión de las proteínas.
Hay una evacuación de la materia fecal menos eficiente debido a que los movimientos del intestino son más lentos.
Aumento de los niveles de glucosa en sangre.
Cambios en la composición corporal: disminución de la estatura, de la masa corporal y la densidad ósea.
Antes de recomendar una alimentación al adulto mayor, se debe tomar en cuenta los siguientes aspectos:
No hay alimentos prohibidos, es decir que por la edad, algunos deben eliminarse, a no ser que le causen daño a la persona o que padezca alguna enfermedad en la cual el consumo de ciertos alimentos se restringe o limita. Por ejemplo, es frecuente que algunos adultos mayores no toleran la leche, las cebollas, las habichuelas y el repollo. Si estos alimentos causan malestar, no se deben incluir. En el caso de los lácteos, se puede sustituir por productos deslactosados.
Se debe tomar en consideración la capacidad masticatoria de la persona adulta mayor. Por ejemplo, si es una persona que no tiene piezas dentales, es importante modificar la textura de los alimentos que se le ofrezcan, antes de excluirlos de su dieta.
Una alimentación variada y saludable garantiza que el adulto mayor tenga calidad de vida, nunca debemos saltar tiempos de la ingesta, pues los aportes de nutrientes deben ser alcanzados en cada una de tiempos de alimentación, estos son:
Desayuno
Merienda
Almuerzo
Merienda
Cena
Merienda nocturna en caso de ser diabético.
Recomendaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS) para la distribución de los nutrientes:
Hidratos de carbono 50-60%, Proteínas 10-15% y Grasas 25-30%.
Para lograr estos aportes de nutrientes, la alimentación debe ser variada, ya que no existe ningún alimento que, por sí mismo, aporte todos los nutrientes. Por lo que debe incluir alimentos de cada uno de los grupos: lácteos; carnes, aves y pescados; frutas y vegetales; víveres; granos; cereales (para eso recomendamos el Pilón de la Alimentación y Nutrición de República Dominicana).
Debe ser suficiente, sin excesos: la cantidad de alimentos ha de ser la adecuada para mantener el peso dentro de los rangos de normalidad, para evitar que se distienda demasiado el abdomen por cantidades exageradas.
Otros aspectos a considerar
Los beneficios de la actividad física en la persona adulta mayor
La persona adulta mayor debe mantenerse físicamente activa. Es un error considerar que el cuerpo es como una máquina que se desgasta con el uso. Por el contrario, cuanto más ejercite su cuerpo más cosas será capaz de hacer y mayor eficiencia adquiere. (Dentro de los límites razonables).
Antes de iniciar cualquier tipo de actividad física, se debe tener presente
Consultar al médico antes de iniciar un plan de ejercicio, en especial si es mayor de sesenta años o si padece alguna incapacidad y está recibiendo medicación.
Si tiene sobrepeso u obesidad, procurar perder el 10% del peso previamente.
Sugerencias de actividad física para adultos mayores
Realizar actividades del hogar (jardinería, barrer, sacudir, limpiar el piso).
Cultivo de vegetales y hortalizas en cestos.
Caminatas en familia o en grupo.
Bailar solo o acompañado.
Bajarse de la guagua una parada antes para caminar un poco más (considerar los niveles de inseguridad)
Finalmente, damos 10 consejos saludables:
Evitar el consumo de alcohol. En esta etapa de la vida se es más vulnerable a sus efectos debido a un menor metabolismo gástrico y hepático.
Eliminar el tabaco, ya que este aumenta el riesgo cardiovascular, de cáncer, de enfermedades respiratorias y deprime el apetito.
Controlar la ingesta de líquidos. Se debe beber agua regularmente y a lo largo de todo el día aunque no se tenga sed. Se aconseja tomar más de 1,5 litros al día. No esperar a tener sed, ya que es un síntoma de deshidratación
Moderar el consumo de sal y alimentos salados. La sal es esencial para la vida y los productos frescos contienen la cantidad necesaria.
Cuidar el aporte de calcio.
Mantener la musculatura. Es imprescindible un consumo adecuado de proteínas de alto valor biológico para evitar la pérdida de masa muscular.
Cuidar la dentadura. Una adecuada higiene bucal es importante para poder masticar bien y no tener que suprimir ningún alimento de la dieta
Mantener una vida activa y evitar la soledad para conservar la independencia. Es importante salir a caminar y mantener las relaciones sociales.
Realizar una dieta variada. Evitar las dietas muy restrictivas y la monotonía. Comer alimentos diferentes en el día para asegurar un aporte adecuado de todos los nutrientes.
Cuidar el peso. Realizar una dieta equilibrada para evitar tanto el bajo peso como la obesidad.
